....MURIO UN GRANDE DE NUESTRA MUSICA NEGRA.....
Después de haber padecido de una penosa enfermedad en los últimos seis años, el día de ayer falleció a la edad de 75 años y victima de un infarto, uno de los grandes cultores de la música negra en nuestro país, don AMADOR BALLUMBROSIO MOSQUERA, quien padecía de diabetes, enfermedad que se vino a agravar cuando en el año 2001 sufrió un derrame cerebral que no pudo superarlo físicamente.
Don Amador nació el 26 de noviembre de 1933 en la hacienda Huanco, del distrito de El Carmen de su querida Chincha y ha sido considerado por todos aquellos amantes de la música afro peruana, como uno de los últimos baluartes de la música negra.
Don Amador era un gran zapateador al ritmo del cajón y tocaba el violín con singular destreza, salero y zandunga que se los inculcó a sus quince hijos, muchos de los cuales y desde niños, también se dedican a difundir nuestra admirada música negra.
Sus restos mortales están siendo velados en su domicilio ubicado en la calle San José 325 de la ciudad de Chincha , donde hoy a horas cuatro de la tarde serán trasladados al cementerio del pueblo para recibir cristiana sepultura.
......! Descanse en paz don Amador ¡.............el PERU entero le agradece su valioso aporte para perennizar nuestras raíces culturales negras.
Después de haber padecido de una penosa enfermedad en los últimos seis años, el día de ayer falleció a la edad de 75 años y victima de un infarto, uno de los grandes cultores de la música negra en nuestro país, don AMADOR BALLUMBROSIO MOSQUERA, quien padecía de diabetes, enfermedad que se vino a agravar cuando en el año 2001 sufrió un derrame cerebral que no pudo superarlo físicamente.
Don Amador nació el 26 de noviembre de 1933 en la hacienda Huanco, del distrito de El Carmen de su querida Chincha y ha sido considerado por todos aquellos amantes de la música afro peruana, como uno de los últimos baluartes de la música negra.
Don Amador era un gran zapateador al ritmo del cajón y tocaba el violín con singular destreza, salero y zandunga que se los inculcó a sus quince hijos, muchos de los cuales y desde niños, también se dedican a difundir nuestra admirada música negra.
Sus restos mortales están siendo velados en su domicilio ubicado en la calle San José 325 de la ciudad de Chincha , donde hoy a horas cuatro de la tarde serán trasladados al cementerio del pueblo para recibir cristiana sepultura.
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