“Madre”
Valse de : Manuel Acosta Ojeda
Madre, cuando recojas
con tu frente mi beso,
todos los labios rojos
que en mi boca pecaron;
huirán como sombras,
cuando se hace la luz.
Madre, esas arrugas
se formaron pensando
¿Dónde estará mi hijo
por qué no llegará?;
y por más que las bese,
no las podré borrar.
Madre, tus manos tristes
como aves moribundas,
déjame que las bese,
tanto, tanto han rezado,
por mis locos errores
y mis vanas pasiones.
Y por último Madre,
deja que me arrodille
y sobre tu regazo,
coloque mi cabeza,
y dime ¡hijo de mi alma!,
para llorar contigo.
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