jueves, 5 de noviembre de 2009

..."de vuelta al barrio", eterno homenaje al Maestro PINGLO...




..eterno homenaje a nuestro bardo inmortal,
 don FELIPE PINGLO ALVA….



Soy de los que consideran que las fiestas de aniversario patrio; del día de la madre, del día de la canción criolla y de otras importantes efemérides anuales, se deben de recordar y celebrar en cualquier oportunidad y no esperar las fechas centrales de estos acontecimientos, para resaltar y enunciar nuestros sentimientos.

Dicho esto, deseo expresar en esta nota, un breve recuerdo del argumento del melódico valse “De vuelta al barrio”, de la fina inspiración del Maestro Pinglo, que lo resumo de la siguiente manera.


QUE SUS HERMOSAS CANCIONES


LEVANTEN EL CRIOLLISMO,


QUE FLAMEE EL PERUANISMO


EN TODOS LOS CORAZONES.


QUE SE LLENEN LOS SALONES


DE CRIOLLOS SIEMPRE DIESTROS.


TODOS CANTANDO LO NUESTRO


NOS OIGA ALEGRE Y DICHOSO


ALLA EN EL CIELO ORGULLOSO


FELIPE PINGLO, “EL MAESTRO”



FELIPE



Tu figura está latente, maestro de nuestro acervo,



Cada ventana un recuerdo, que te hacen sentir presente,



Los Barrios Altos que oyeron, entonar tus serenatas



Sienten orgullo por ello, como esa Luna de Plata.



Que supo de tus secretos, porque fue tu confidente



Cuando al mas indiferente, lo conmovían tus versos,



Y haciendo siempre propicia, la noche con sus estrellas



Contemplándose en el Rímac , se ponían aún mas bella,




Porque tu inspiración, en su mágica virtud



La hizo vibrar y sentir, que tenía corazón.



soñando otro imposible, quiso ser tu compañera,



Sueño de noche limeña, que un pregón lo disipó,



Como los tuyos, los de ella, no fueron mas que quimeras,



Para luceros y estrellas, solo hermoso sueño azul.



Al observar que habían clases, en las cosas del amor,



En labios de “Luis Enrique”, protestaste ante el Señor,




Propugnaste la igualdad, siendo superior a todos,



Ese fue tu humilde, modo de buscar felicidad.



De no haber sido poeta, hubieras sido pintor,



Marco le falta a ese amor, que en tu “Sueño de Opio” expresas



Le pusiste poesía, hasta a “Una huella en la arena”.



Donde “tu nombre y el de ella”, miro el mar con ironía,



Felipe, en tus “Cinco Esquinas”, “Cocharcas” y “El Chirimoyo”



Se ha detenido el tiempo, así como en tu “Santoyo”.





Las calles que recorriste, están como las dejaste,



Los callejones, las rejas, los portones y postigios ,



Siguen de mudos testigos, cual ventanas y mamparas,



Es que tu alma se impregnara, de ofrendas a tus amigos.



Ya no esta “La Obrerita”, ni “Jacobo el leñador”



Pero ha quedado el rumor, de tu música bendita,



Hay muchas noches serenas, en que parece escucharse,



Los trinos con que inundaste, nuestra Lima de bohemia



Y para consuelo y dicha, con casi ochenta y tres abriles



Te trae siempre hasta nosotros ¡Teofila “ Coco” Ramírez (*)




(*) Para conocimiento de nuestra juventud tan proclive a ritmos foráneos, mencionaré que Teofila (“la coco”) y Alfredo Ramírez fueron hijos de Isabel Mejía Ramírez” la buena Isabel” que el Maestro Pinglo mencionara en su bello vals “De vuelta al barrio”, en que dice: “ya no hay los picarones de la buena Isabel, todo todo se ha ido , los años al correr".

Teofila Ramírez fue cantante del “Trío Mercedarias” y estuvo casada con Augusto Ballón, también cantante y amigo de Felipe Pinglo con quién compartió muchos años de jarana y bohemia.

Cuentan por el año 1912, que el ejército ofrecía retretas con su Banda de músicos por plazuelas y lares barrialtinos y que Pinglo era asiduo concurrente a estas veladas con su rondín y es así como llega al famoso “Callejón del fondo” ubicado en la esquina de Mercedarias (en la actualidad funciona un modesto mercado) y conoce a las hermanas Consuelo y Luzmila Gonzáles.

En este solar vivía Isabel Mejía Ramírez y es así como se hace gran amigo de su familia y los hijos de ésta.

Augusto Ballón narró en vida que Pinglo acudía todos los días en horas de la noche al callejón con sus patas del alma: Paco Vilela, con Tomás Gonzáles a quién apodaban “el cholo”, con los hermanos Eugenio y José Díaz entre otros criollazos de antaño y es de esta forma como la niña coco” Ramírez, aprende los valses del Maestro y le impone características propias por haber bebido de la fuente misma de estos criollos juglares.

Debo precisar que esta versión de Augusto Ballón , me la fue confirmada por mi amigo (el ya fallecido Carlos Vidal Díaz), más conocido como “el tuerto Vidal” cuando ambos trabajábamos para la Municipalidad del Rímac y quién también vivía en un cuarto de el callejón del fondo.

(*) Teofila Ramírez Mejía, falleció en el mes de mayo de 2004

Autor del poema: Germán Súnico Bazán

Recopilación : Enrique Bravo Castrillón







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