...el autor de la nota, al pie del Anda de nuestro Divino Patrón.... |
Muchos años después y procedentes de la iglesia de la Virgen de Monserrate de mi cuartel primero, llegaron los lamentablemente ya fallecidos, los jóvenes Hugo Uribe Zambrano, el “gatito” Ernesto Véliz Gonzáles y el “gordo” Enrique Hurtado, ellos también fueron armadores del Señor.
Julio Falconí, nuestro siempre recordado “viejo Julio”, como responsable de la iglesia, jefe de los armadores, Capataz de Cuadrilla y cabeza de los Guardianes, era la persona que nos daba las órdenes para cumplir nuestras privilegiadas tareas al interior del convento, consistentes en “vestir” a nuestro viejo lindo como le decimos cariñosa y respetuosamente a la imagen de nuestro Divino Patrón el Señor de los Milagros y a su Excelsa Madre la Santísima Virgen de la Nube, así como armar sus sagradas andas.
Estas lindas é incomparables misiones consistía, como señalaba en líneas anteriores, cuando un grupo muy reducido de hermanos, contando con las autorizaciones de la R. M. Priora y en un día previamente determinado, ingresábamos al convento y coordinadamente con las madres sacristanas sacábamos de sus especiales ambientes los benditos lienzos, para colocarles a cada uno de ellos, las preciosas joyas y alhajas que pausada y ordenadamente nos entregaban las monjitas de clausura y que nosotros las poníamos con sagrada unción , previo aseguramiento de su correcta colocación.
Así, paso a paso y en un lindo é incomparable ritual místico que agradeceremos al Todopoderoso hasta el fin de nuestra existencia y para cuando él nos lleve a su lado( si es que somos merecedores de tal privilegio) , continuábamos colocando la corona; el sudario; los clavos; las réplicas del sol y del Espíritu Santo ; las aureolas ; el puñal de la Virgen Dolorosa; y al lienzo con la imagen de la Virgen de la Nube y el Niño Jesús, le instalábamos sus respectivas coronas, la azucena y el olivo; su collar de perlas y la media luna que le sirve de peana, entre otros atavíos de oro y plata engastados en fina pedrería……! Gracias Señor de los Milagros! ¡Gracias viejito lindo, por darnos el gratísimo honor y privilegio de vestirte y de preparar tus andas por más de cuarenta años!
El complemento de la parte operativa del armado en si, es decir el de colocar los lienzos benditos en sus marcos de plata , engancharlos y subirlos al anda estaba encargado a otro grupo también muy reducido de hermanos integrantes de la Cuadrilla 17 , quienes tenían a su cargo aparte de colocar ambas imágenes en sus respectivos arcos de plata, subir las imágenes a el anda provistos de unas varillas sujetadoras denominadas templadores, a instalar las cuatro varas de madera y ponerle las cuñas de fierro (antes eran de madera) para evitar algún desajuste en el momento del carguío; vestirlas con sus respectivos forros y placas metálicas ; fijar las jardineras; los candelabros; a instalar los reflectores, las baterías y los vidrios protectores del humo que emanan los cirios; a limpiar los rayos de oro y los pesados ángeles; colocar los mantones , el escudo de la ciudad de Lima y bajar el anda del cajón especial donde se ejecutan estos menesteres de armado.
A este grupo pertenecían inicialmente mis hermanos de Cuadrilla, señores Froilan Vega Álvaro ; Félix y Lázaro Cahuana Echegaray ; Alfonso Quiñónez Reyna; Ángel Tolentino Obregón; Rodrigo Escalante Jaramillo; Alejandro Bolívar Vidaurre a quién cariñosamente le decíamos “buzo”; Juan Liza Venturini; Agustín Salazar ; Manuel Oga Ito; José Cisneros Maco; Antonio Heredia Aymar; Néstor Carrión; Guillermo Ganoza; Antonio Cuentas Ramos ; los hermanos Pedro, Antonio y Guillermo Bolívar Perretti; Daniel Granadino ; Humberto Villagomez y Augusto Salazar Durand ; posteriormente se incorporarían Lucho Young Álvarez ; Hugo Uribe Zambrano ; Enrique Hurtado; Jorge Chion Leng; Oscar Baca Rodríguez; mi sobrino Eduardo Bravo Calderón; los hermanos Lorenzo, Pedro, César y Tomás Astorga Díaz y Luís Ortiz entre otros.
Los miembros de la Cuadrilla 17 , aparte de desempeñar nuestras agradables labores de armadores , también teníamos otro placentero privilegio, el realizar en horas de la noche de los días diecisiete y veintisiete de octubre, lo que denominábamos como la “procesión chica”, que consistía en cargar las sagradas andas en el interior del templo, es decir desde el altar mayor hasta el atrio de la puerta de salida y viceversa y hasta en dos oportunidades, para que carguen todos los que de una u otra manera eran recompensados por efectuar sus tareas como armadores y Guardianes.
Esta inconfundible tradición nació cuando el “viejo Julio” era sacristán de la iglesia de Las Nazarenas, Capataz de la Cuadrilla 17 “Guardianes del Señor” y Patrón de andas y se contaba con la autorización de las reverendas madres Nazarenas Carmelitas Descalzas, auténticas guardianas quienes son las encargadas de la custodia del hoy “Patrono de la Espiritualidad Católica del Perú y símbolo de la religiosidad y el sentimiento popular”, el Señor de los Milagros.
Esta breve y nostálgica crónica evocativa se la dedico a un respetado nazareno, don JULIO FALCONI SIFUENTES nuestro difunto Capataz y armador principal del Señor de los Milagros, con quien instituyéramos la Cuadrilla 17 “Guardianes del Señor” en mayo de 1960, y a mis hermanos antiguos y novatos , grupo humano integrado por rostros mestizos y morenos muy caracterizados por su fervor religioso hacía el Cristo de Pachamamilla , los que luciendo nuestras vestimentas moradas y acompañados siempre de los cánticos y sahumerios de nuestras hermanas , nos hemos convertido en una tradicional Cuadrilla de cargadores , que el tiempo y nuestros 50 años de existencia nazarena , nos indica que ya formamos parte del historial de la Hermandad del Señor de los Milagros.
Enrique Bravo Castrillón
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