...mi siempre recordado Changó y mi hija PATTY..... |
…murió mi amigo, mi fiel y leal Changó…
….seis y veinte de la tarde del día de ayer, yo estaba listo para ir a la procesión a cargar a mi Señor, traté de despedirme de él como siempre lo hacía, me miró con ojos tristes, como llorando, movió sus mandíbulas dos veces y expiró en mis brazos………………….había muerto mi Changó querido, mi perrito del alma, el compañero leal que me había acompañado los últimos ocho años, había sucumbido mi mejor amigo, quién con sus juegos torpes propios de su raza, había alegrado mi hogar y conseguido el cariño de mis hijas Patricia y Marthita………..la forma como se despidió de mi me dejó atónito y desconcertado……….pero tenía que aceptar su muerte , ya no había nada que hacer, los últimos cinco días no comía nada, ni el suero ni la comida especial pudieron neutralizar su anemia , creo que mi perrito ya no quería vivir, y que ese abandono de no probar bocado alguno , era su forma de despedirse de mi familia.
Changó descansa ya…………. pienso que su reflexión canina le indicaba el ya no continuar causándome molestias, creo que deseaba evitarme el cotidiano trajín por mis años y que sea yo el que descanse de él, …….que ansiaba hacer un alto definitivo a nuestras caminatas …..…… su triste mirada me decía que quería morir,........ asi lo entendí.
Mi fiel Changó sabía que tengo muchos amigos, Changó solo me tenía a mí y finalmente decidió renunciar a vivir para que yo siga con los otros ….…. mi perrito quería que prescindiera de él……. sus ojos me lo indicaban, y por eso resolvió que sea el veintiocho de octubre el día para desertar y así fue carajo , que tristeza y pena nos dejas loquito del alma. Changó pensaba que el dolor que nos causaría su muerte sería efímero, pasajero………pero te equivocaste mi querido camarada, vamos a extrañar tus juegos y fuertes ladridos…..siempre te vamos a recordar mi leal amigo.
Yo fui tu religión, yo fui tu gloria;
a Dios en mí soñaste;
mis ojos fueron para ti ventana
del otro mundo.
¿Si supieras, mi perro,
qué triste está tu dios, porque te has muerto?
a Dios en mí soñaste;
mis ojos fueron para ti ventana
del otro mundo.
¿Si supieras, mi perro,
qué triste está tu dios, porque te has muerto?
También tu dios se morirá algún día!
Moriste con tus ojos
en mis ojos clavados,
tal vez buscando en éstos el misterio
que te envolvía.
Y tus pupilas tristes
a espiar avezadas mis deseos,
preguntar parecían:
¿Adónde vamos, mi amo?
¿Adónde vamos?
El vivir con el hombre, pobre bestia,
te ha dado acaso un anhelar oscuro
que el lobo no conoce;
¡tal vez cuando acostabas la cabeza
en mi regazo
vagamente soñabas en ser hombre
después de muerto!
¡Ser hombre, pobre bestia!
Mira, mi pobre amigo,
mi fiel creyente;
al ver morir tus ojos que me miran,
al ver cristalizarse tu mirada,
antes fluida,
yo también te pregunto: ¿adónde vamos?
¡Ser hombre, pobre perro!
Mira, tu hermano,
ese otro pobre perro,
junto a la tumba de su dios, tendido,
aullando a los cielos,
¡llama a la muerte!
Tú has muerto en mansedumbre,
tú con dulzura,
entregándote a mí en la suprema
sumisión de la vida;
pero él, el que gime
junto a la tumba de su dios, de su amo,
ni morir sabe.
(Miguel de Unamuno)
Moriste con tus ojos
en mis ojos clavados,
tal vez buscando en éstos el misterio
que te envolvía.
Y tus pupilas tristes
a espiar avezadas mis deseos,
preguntar parecían:
¿Adónde vamos, mi amo?
¿Adónde vamos?
El vivir con el hombre, pobre bestia,
te ha dado acaso un anhelar oscuro
que el lobo no conoce;
¡tal vez cuando acostabas la cabeza
en mi regazo
vagamente soñabas en ser hombre
después de muerto!
¡Ser hombre, pobre bestia!
Mira, mi pobre amigo,
mi fiel creyente;
al ver morir tus ojos que me miran,
al ver cristalizarse tu mirada,
antes fluida,
yo también te pregunto: ¿adónde vamos?
¡Ser hombre, pobre perro!
Mira, tu hermano,
ese otro pobre perro,
junto a la tumba de su dios, tendido,
aullando a los cielos,
¡llama a la muerte!
Tú has muerto en mansedumbre,
tú con dulzura,
entregándote a mí en la suprema
sumisión de la vida;
pero él, el que gime
junto a la tumba de su dios, de su amo,
ni morir sabe.
(Miguel de Unamuno)
Enrique Bravo Castrillón
1 comentario:
Tío, acabo de leer tu blog y realmente dices en el una gran verdad que mucha gente ni siquiera tiene idea que existe, el amor por los perros es casi casi parecido al que le tenemos a nuestra familia, porque de alguna manera ellos forman parte tambien de ella,y siempre estan alli en las buenas y en las malas,lamento que sucediera ,pero ellos tambien como nosotros solo estamos de paso en este mundo y hay que tratar de hacer de nuestro andar en la vida sea lo mas positivo para quienes nos rodean. un abrazo.
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