...don Cèsar Lèvano, director de LA PRIMERA.... |
El día de hoy, don Cèsar Lèvano, director del diario “La Primera” publica un artículo titulado……. MANUEL ACOSTA ¿cuando ?...... que grafica la injusticia è indiferencia del parlamento nacional y Estado en general, en contra del poeta don Manuel Acosta Ojeda, al negarle una pensión que alivie sus males anímicos, físicos y económicos.
En este artículo señala someramente algunos comentarios acerca de una nota que publicara en mi blog www.losproblemasqueyoveo ¿nos preocupa? el pasado 31 de agosto del 2008, en la que daba a conocer sobre la situación de la salud de entonces, del vate popular Manuel Acosta Ojeda y decía …….” nuestro mandatario dr. Alan García Pérez y el Ministro de Educación dr. José Antonio Chang Escobedo, tan proclives a premiar a artistas extranjeros, deberían hacer un alto en sus tareas gubernamentales y hacer algo por este gran compositor nacional don MANUEL ACOSTA OJEDA-MAO y otorgarle una pensión de gracia por sus méritos culturales y musicales, ojo que no soy partidario de apoyar a artistas que” no guardaron pan para mayo” como dice el dicho, pero si creo que con el poeta Acosta Ojeda se debe de hacer una excepción por su calidad humana é intelecto, y porque como todo valor que se respeta, no es de decir : ” ayúdenme que estoy jodido”.
Han pasado exactamente dos años y cuatro meses, y la situación del reconocimiento del Estado a MAO sigue igual, no ha cambiado en nada , ni mierda ,hace algunos días el Congreso le negó una merecida pensión, pareciera que desconocieran lo que MAO nos deja como cultura, como música, como folklore, algunos de los incapaces parlamentarios dicen no saber quién es MAO ?.....mientras tanto Manuel sigue enfermo, repito lo que escribí en el 2008 …..” los años avanzan, su salud se sigue deteriorando , hay que comprar medicinas, tener un sencillo para el combo y otros etcs más”….”que Mao merece tener una vejez digna y no esperar que muera, para que después salgan los políticos figuretis para aparecer en la fotito en el cementerio y recién destacar sus méritos como compositor, con discursitos extemporáneos”, continuaba diciendo……………….”Ojala, esta nota rebote y llegue a oídos de nuestras autoridades, y se le otorgue a este gran compositor una modesta pensión que alivie sus actuales apremios económicos”.
Parece que fue ayer como dice el bolero y nada ha cambiado de lo que muchos peruanos reclamamos desde hace varios años para MAO,...............dr. Alàn García Pérez, todavía tiene usted tiempo antes de dejar el Ejecutivo y hacer que el Estado otorgue una modesta pensión vitalicia a tan preclaro valor peruano de todas las sangres.
Mientras tanto me sigo preguntando al igual que el 31 de agosto de 2008,…………“¿Cuándo mierda le otorgan una pensión a Manuel Acosta Ojeda?”.
El articulo de don Cesar Lèvano de hoy dice así:
Manuel Acosta, ¿cuándo?
Una vez más, Manuel Acosta Ojeda es omitido en una lista de artistas populares que recibirán una pensión modesta pero vitalicia. En la nómina de beneficiados, Acosta brilla por su ausencia.
Muchos de los agraciados merecen la distinción. Entre ellos Alicia Maguiña, Augusto Polo Campos, Carmencita Lara. El premio alcanza a Rafael Matallana, quien debe de haberse regocijado en su tumba. Como LA PRIMERA informó ayer, el congresista del APRA Mauricio Mulder se extrañó de que muchos congresistas no hubieran aprobado la pensión para Acosta, porque, según alegaron, no sabían quién era.
No conocen esos congresistas al autor de “Madre”, “Cariño”, “Si tú me quisieras”, “Adiós y sombras”, “Canción de fe” y muchas otras bellas canciones, notables por la riqueza de su melodía y la poesía de sus versos. Valses, mulizas, yaravíes, huainos de Acosta han vibrado en todos los paisajes del alma popular.
Dan ganas, por eso, de preguntar cómo así se enteraron los congresistas de la existencia de artistas como el danzante de tijeras Máximo Hilario, y de los compositores Julio Rosales Huatuco, María Isabel Minaya y Elizabeth Urquiza. Todos ellos tienen, según los padres de la patria, más méritos que Acosta, y por eso reciben pensión.
Van varias veces en que se omite a Acosta de una relación de premiados. A menudo se ha favorecido a artistas virtualmente desconocidos.
La omisión de Acosta ha suscitado indignación y protesta de muchos intelectuales y músicos, que saben de su talento de compositor, y también de sus méritos como investigador de la Música popular.
Hay una razón adicional para la ira. Hace años, el artista padece de un mal que exige atención especial y, desde luego, gastos a granel.
Dos años atrás, el 31 de agosto de 2008, alguien colocó en Internet un texto titulado: “¿Cuándo mierda le otorgan una pensión a Acosta Ojeda?”. Se leía allí: “Hemos vuelto a comprobar el carácter de cholo terco de Manuel, quien no quiere pedir nada a nadie, ya que considera que los reconocimientos deben venir solos; pero los años avanzan, su salud se sigue deteriorando y hay que comprar medicinas, tener un sencillo para el combo y otros etcéteras”.
El reclamo recupera actualidad. Leo casas, extraordinario folclorista andino, narrador y poeta en quechua, ha escrito unas líneas en las que se adhiere al reclamo de justicia iniciado por Rafael Drinot, y expresa:
“Manuel Acosta Ojeda, extraordinario compositor, estudioso y difusor de la Música criolla, es también incansable promotor del fraterno encuentro entre andinos y costeños. Su fecunda obra ya cuenta sin duda con el reconocimiento, gratitud y orgullo de todos los peruanos”.
“Todos los peruanos”, menos ciertos congresistas. Me adhiero al reclamo de pensión también para Manuel Acosta Ojeda.
Muchos de los agraciados merecen la distinción. Entre ellos Alicia Maguiña, Augusto Polo Campos, Carmencita Lara. El premio alcanza a Rafael Matallana, quien debe de haberse regocijado en su tumba. Como LA PRIMERA informó ayer, el congresista del APRA Mauricio Mulder se extrañó de que muchos congresistas no hubieran aprobado la pensión para Acosta, porque, según alegaron, no sabían quién era.
No conocen esos congresistas al autor de “Madre”, “Cariño”, “Si tú me quisieras”, “Adiós y sombras”, “Canción de fe” y muchas otras bellas canciones, notables por la riqueza de su melodía y la poesía de sus versos. Valses, mulizas, yaravíes, huainos de Acosta han vibrado en todos los paisajes del alma popular.
Dan ganas, por eso, de preguntar cómo así se enteraron los congresistas de la existencia de artistas como el danzante de tijeras Máximo Hilario, y de los compositores Julio Rosales Huatuco, María Isabel Minaya y Elizabeth Urquiza. Todos ellos tienen, según los padres de la patria, más méritos que Acosta, y por eso reciben pensión.
Van varias veces en que se omite a Acosta de una relación de premiados. A menudo se ha favorecido a artistas virtualmente desconocidos.
La omisión de Acosta ha suscitado indignación y protesta de muchos intelectuales y músicos, que saben de su talento de compositor, y también de sus méritos como investigador de la Música popular.
Hay una razón adicional para la ira. Hace años, el artista padece de un mal que exige atención especial y, desde luego, gastos a granel.
Dos años atrás, el 31 de agosto de 2008, alguien colocó en Internet un texto titulado: “¿Cuándo mierda le otorgan una pensión a Acosta Ojeda?”. Se leía allí: “Hemos vuelto a comprobar el carácter de cholo terco de Manuel, quien no quiere pedir nada a nadie, ya que considera que los reconocimientos deben venir solos; pero los años avanzan, su salud se sigue deteriorando y hay que comprar medicinas, tener un sencillo para el combo y otros etcéteras”.
El reclamo recupera actualidad. Leo casas, extraordinario folclorista andino, narrador y poeta en quechua, ha escrito unas líneas en las que se adhiere al reclamo de justicia iniciado por Rafael Drinot, y expresa:
“Manuel Acosta Ojeda, extraordinario compositor, estudioso y difusor de la Música criolla, es también incansable promotor del fraterno encuentro entre andinos y costeños. Su fecunda obra ya cuenta sin duda con el reconocimiento, gratitud y orgullo de todos los peruanos”.
“Todos los peruanos”, menos ciertos congresistas. Me adhiero al reclamo de pensión también para Manuel Acosta Ojeda.
Enrique Bravo Castrillòn
(*) Tómemos nota de la comunicación que venimos cursando por la red y suscribir el apoyo para el gran MAO.
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